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Se acerca el primer día de clases y con eso el tránsito, la presión por llegar a tiempo y la lucha por levantar a los niños temprano por la mañana con la frustrante queja “¡Mamá, no quiero ir a la escuela!” que puede ser seguido de llantos y berrinches, lo cual genera molestias y estrés para padres e hijos que perdurarán durante el resto del día. ¿Cómo podemos evitar o reducir esta molestia?
Una técnica muy sencilla es la llamada “15 minutos antes” y se refiere a que , durante la última semana de vacaciones, cada día se establezca el horario de dormir y despertar 15 minutos antes que el día anterior. Por ejemplo, si el domingo nuestro hijo se durmió a las 09:00 pm y despertó a las 08:45 am, el lunes lo despertaremos a las 08:30 am y lo mandaremos a dormir a las 08:45 pm; el martes se despertará a las 08:15 am y dormirá a las 08:30 pm y así sucesivamente durante toda la semana hasta lograr un horario de sueño que logre cubrir las 8 horas requeridas para un adecuado descanso para nuestros pequeños. Esto ayudará a ir adaptando el horario de sueño de una manera amigable y será mucho más sencillo despertarse temprano pues estarán más descansados. Es muy importante ser constantes y no fallar ni un sólo día, así como no permitir que vuelvan a dormir una vez que ya se les despertó. También es primordial que se suspenda el uso de cualquier dispositivo electrónico (celular, tabletas, televisión, etc.) por lo menos una hora antes de la hora de dormir, pues así permitiremos que la estimulación recibida vaya disminuyendo y logren estar tranquilos y relajados al momento de acostarse.
Otra estrategia es que organicemos con anterioridad y junto con nuestros hijos todo el material, cuadernos y útiles escolares que tendrán que llevar el primer día, dejándolos preparados y listos en un lugar accesible para que, antes de salir de casa, nuestros pequeños puedan tomarlos y llevárselos sin preocuparse por olvidar algo.
Por último, es recomendable tener listo el uniforme escolar y/o ropa que se utilizará el primer día la noche anterior y colocarla en un lugar accesible para nuestros hijos, de tal manera que puedan vestirse con mayor facilidad y rapidez. Esto puede repetirse diariamente y nos ahorrará tiempo en buscar las prendas que necesitan y poco a poco se volverá un hábito de organización en nosotros y nuestros pequeños.
Estas sencillas recomendaciones ayudarán a padres e hijos a desarrollar una rutina diaria, así como el hábito de organización y planeación que reducirá de manera significativa el estrés y presión por la mañana logrando comenzar con tranquilidad el día, actitud que se verá reflejada en el rendimiento escolar del día de nuestros pequeños.
Compartan con otros padres de familia y amigos estas estrategias que, estamos seguros, les ayudarán a hacer mucho más sencillo el primer día de clases. ¡Les deseamos un excelente inicio del ciclo escolar!
Otros consejos:
*Evitar cenar alimentos pesados o con mucha azúcar. Por ejemplo, leche con chocolate.
*Se puede hacer una lista con todos los útiles y completar poco a poco la preparación de los mismos (por ejemplo, 5 útiles por día) y el último día de vacaciones repasar la lista completa.
*Crear un calendario que indique las actividades extra curriculares y/o uniformes que necesitarán cada día de la semana y dejarlo en un lugar visible para que así, podamos organizar y preparar con ayuda de nuestros pequeños las prendas necesarias la noche anterior.
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